El coaching se define como el arte de acompañar a las personas a lograr resultados extraordinarios.
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El coaching permite «viajar» desde el presente, no al futuro posible, sino al futuro deseable, ayudando al cliente o coachee a alinear sus acciones con sus sueños.
La mayoría de las veces, los obstáculos para alcanzar lo que deseamos están dentro de nosotros, en forma de creencias limitantes que nos impiden ver todo el abanico de posibilidades de acción a nuestro alcance.
El proceso de coaching se orienta a tomar conciencia de estas creencias limitantes (a las que solemos estar tan apegados que no somos capaces de verlas), y transformarlas o sustituirlas por otras que nos habiliten para emprender acciones, alcanzando así nuestros objetivos.
Además del talento y la técnica, la materia principal de la interpretación está en la persona del actor y actriz, es la propia imagen la que está en juego, por tanto, se está expuesto al juicio personal y externo. Conocer y conducir los sentimientos e ideas que surgen de estas valoraciones, abre o cierra posibilidades de acción.
La gestión de emociones es otro elemento fundamental del quehacer de la actriz y el actor, tanto sobre el escenario o plató, como en la búsqueda profesional y la vida personal.
A todos estos aspectos apunta el coaching, que en muy pocas sesiones promueve la toma de conciencia y la transformación interior, permitiendo romper bloqueos y ampliar el abanico de opciones posibles.